El picudo rojo

Publicado el 22 de junio de 2024, 22:23

El Picudo rojo, Rhynchophorus ferrugineus Olivier, es actualmente uno de los insectos más dañinos para las palmeras en el mundo, provocando por lo general, la muerte de la palmera.

 

Es originario de las regiones tropicales del Sureste Asiático y Polinesia, comenzó su expansión hace 25 años atacando a palmeras datileras de los países del sur de Asia, Península Arábiga e Irán. Fue introducido en el norte de África a través de Egipto en el año 1993 continuando su expansión hacia los países Europeos, Italia, Francia, Portugal y España, y siempre ligado a la importación de palmeras.

El insecto no tiene preferencias por un determinado género de palmera en particular. La comercialización de Elaeis guineensis Jacq, Cocos nucifera L., Phoenix dactylifera L. y Washingtonia robusta Wendl facilitaron la expansión de esta plaga hacia el oeste.

 

El Rhynchophorus ferrugineus Olivier vive y se alimenta en el interior de las palmeras, condición que hace difícil detectar su presencia con una simple inspección visual. Tiene metamorfosis completa y además se pueden encontrar los cuatro estadios diferentes conviviendo al mismo tiempo: huevo, larva, pupa y adulto.

El interior de la palmera le confiere protección y una fuerte adaptabilidad a diferentes zonas geográficas con distintas condiciones climáticas, las cuales influyen en los periodos de desarrollo de las fases de su ciclo biológico.

 

Se trata de un insecto con una gran capacidad reproductiva ya que precisa sólo de 3 a 4 meses para desarrollar todas las fases de su ciclo biológico. Esto significa que se pueden tener como mínimo tres generaciones al año. Sólo abandonan la palmera los adultos y lo hacen cuando ésta no puede acoger a la próxima generación o no queda material vegetal interno para alimentarse.

Las hembras salen con los huevos fertilizados lo que las convierte potencialmente en colonizadoras de nuevas palmeras.

La generación por venir terminará con la palmera y se volverá a repetir el ciclo destructivo del insecto. El adulto se dispersa dentro de un área determinado volando o caminando, pero una vez establecido en una palmera prefiere lo segundo. La dispersión a larga distancia es por medio del comercio o movimiento de material vegetal contaminado. 

El huevo, de color amarillo claro, blanquecino, cilíndrico, brillante, tiene forma ovalada y mide de 1 a 2,5 mm. Se localizan en el interior de grietas, heridas o de pequeñas cámaras en forma de agujero realizadas por las hembras, son colocados de manera independiente o conjunta pero sin entrar en contacto unos con otros. 

Los huevos quedan protegidos y fijados con una secreción. Realizan puestas que van de 300a 400 huevos de media . Esta fase tiene una duración de 2 a 4 días.

Al eclosionar los huevos, salen las larvas que presentan al principio un color blanquecino el cual va tomando una tonalidad amarillento oscuro a medida que avanza el ciclo.

Al final de la fase, la larva puede llegar a tener 5 cm de longitud. El periodo larvario necesita de 1 a 3 meses para completarse y está fuertemente influenciado por la temperatura. La larva se alimenta del tejido vegetal interno de la palmera y como consecuencia de esta acción deja una serie de galerías internas que pueden llegar hasta un metro de longitud. Es la fase del insecto que más daño causa a la palmera y en particular a la palmera canaria al localizarse en el tejido meristemático (de crecimiento) de la misma.

 

Al final del periodo larvario la larva construye una envoltura en forma oval con fibras del interior de la palmera. Estos capullos tienen una longitud de 4 a 6 cm, se localizan en las bases de las hojas y en su interior se encuentra la larva-pupa. Esta fase dura de 15 a 30 días. Una vez finalizada la metamorfosis el adulto permanece en el interior unos 10 días más.

El adulto puede vivir de 45 a 90 días, tiene el cuerpo oval alargado de 19 a 45 mm de longitud, de coloración variable; pardo anaranjado claro o rojo ferruginoso, con o sinúmeros variables. 

No abandonan la palmera inmediatamente sino cuando ya está en avanzado estado de descomposición o cuando son atraídos por sustancias procedentes de otras palmeras como consecuencia de las podas.

Tienen actividad diurna, prefieren caminar aunque normalmente vuelan para encontrar otra palmera que infectar.

 

La sintomatología observada en las palmeras es debida a la actividad alimenticia de las larvas y por los adultos en menor medida. La larva penetra por el capitel o corona, o directamente al tronco o estípite, perforando galerías de hasta más de 1 metro de longitud, las galerías parten de la corona y se ramifican en el interior, las hojas centrales amarillean y se marchitan, de forma que en pocas semanas, la práctica totalidad de la corona se ve afectada, y si las galerías dañan la yema apical, la palmera muere.

 

Los síntomas se manifiestan con:

- Hojas externas caídas, con señales evidentes de desgarramientos a nivel de la inserción con el tronco.

- Desplomado general de la corona de hojas.

- Un aspecto ligeramente decaído de las hojas más tiernas del penacho central (palmito), que viran de color amarillo al pardo rojizo.

- Orificios en el corte de las tábalas de la balona.

- Restos de pupas entre tábalas y hojas.

- Flechas con ángulo sobre la vertical.

- Retorcimiento de las hojas en las axilas.

- Foliolos comidos o perdigonados.

- Raquis comidos y/o tronchados.

- En hojas en el suelo, producto de una poda: en el corte se observan galerías de 1-2 cm. producidas por larvas.

- Restos de fibras.

 

Todos estos daños, causados por larvas y adultos en su alimentación, se hacen patentes y visibles demasiado tarde, y cuando los primeros síntomas de infestación aparecen, son tan graves que tienen como resultado la muerte de la palmera.

 

Se trata de una plaga oculta ,los síntomas son visibles con un retraso que puede ir desde los 3 meses hasta 1 año, obligando en cierto modo a ir desarrollando los trabajos de control por detrás de la plaga.

El viento juega un papel importante en la dispersión, los adultos de Rhynchophorus ferrugineus Olivier vuelan contra el viento siguiendo el rastro de los atrayentes alimenticios que transporta el viento. 

 

PRECAUCIONES PARA PREVENIR EL PICUDO ROJO

Hay que evitar las heridas en las palmeras. La poda debe realizarse en épocas frías del año, que es cuando menor movilidad tienen los adultos. De este modo, reduciremos la dispersión de la plaga a lugares fuera de donde está inicialmente localizada. Se recomienda la utilización de mástics o pastas cicatrizantes para cubrir las heridas de poda y la aplicación de insecticidas en los cortes. 

La poda es una práctica fundamental para lograr una menor susceptibilidad a contraer esta plaga, debido a que cuando se realizan grandes cortes, podas en verde o intensas se libera por la planta gran cantidad de Kariomona, que produce una gran atracción sobre el insecto. 

Para evitar esto se seguirán las siguientes instrucciones: 

• Procurar realizar la poda únicamente de las palmas secas o viejas. 

• Evitar realizar podas intensas y desmesuradas. 

• Evitar la realización de cepillados de los estípites o troncos. 

• En caso de cortar palmas verdes se sellaran los cortes con aceite mineral de verano y posteriormente una pintura al aceite (spray). 

• Los restos de poda se recogerán inmediatamente y se gestionaran de forma adecuada. 

 

Es de vital importancia para un mejor control de la plaga del picudo rojo la colaboración de todos y el poder detectar lo antes posible la aparición de nuevos ejemplares afectados. 

 

TRATAMIENTOS FRENTE AL PICUDO ROJO Los tratamientos para combatir el picudo que os recomendamos son los siguientes: 

• Endoterapia (inyecciones en el tronco de la palmera) 

• Beauveria Bassiana (hongo)  

-La endoterapia, este es el nombre por el que se conocen las inyecciones de las palmeras. Las inyecciones de insecticida se colocan directamente en el tronco de las palmeras para que circulen a través de la salvia de estas. La ventaja de este tratamiento contra el picudo respecto a otros es que el producto utilizado no se dispersa por el Medio Ambiente. Una pulverización tradicional puede dañar insectos beneficiosos de nuestro Ecosistema aunque no se encuentre en la palmera. Los productos que se utilizan para las inyecciones son fitosanitarios químicos pero, su aplicación es localizada y no dañaremos insectos que no habiten la palmera tratada. 

-Beauveria Bassiana, otro método de combatir de un modo ecológico el picudo de las palmeras es la Beauveria Bassiana. El inconveniente de esta cepa de hongo es que no es específica para el picudo. La Beauveria Bassiana se aplica por pulverización.

 

Recuerde prevenir antes que curar, la prevención es más barata que lamentar la pérdida además de la eliminación de la palmera muerta conlleva unos costes superiores a los del tratamiento. 

 

Protocolos de actuación Los diferentes tratamientos pueden variar mucho según donde se encuentre la palmera. Para ello se han de tomar una serie de protocolos de actuación. 

 

- Tratamiento  preventivo:

Este está indicado para palmera sin  síntomas externos de ataque y que se encuentre en áreas donde no esté constatada la presencia de la plaga pero si se encuentre dentro de áreas de riegos. El procedimiento a seguir son tratamiento foliar.

 

- Tratamiento de mantenimiento anual:

Este tratamiento está indicado en palmeras sin síntomas externos por ataques de picudo, pero que este en áreas de presencia y en palmeras recuperadas después de aplicarles el tratamiento curativo. El tratamiento a seguir es la combinación de tratamiento foliar y el tratamiento por inyección. 

 

- Tratamiento curativo:

Está indicado para palmeras con síntomas externos por ataque de picudo y en palmeras situadas en las proximidades de las anteriores.

 

- Tratamiento  de saneamiento:

Este tratamiento debe realizarse previamente al tratamiento curativo en palmeras con síntomas muy graves por ataque de picudo rojo con gran parte de la copa desplomada.